Tarta de queso de mi madre

Cuando leí la propuesta que nos hacían desde Food&Film para este mes empecé a pensar en cuales eran mis comidas preferidas cuando era pequeña, pero me tope con un problemilla: detestaba comer. Sí, era de esas niñas que comía fatal y no se me ocurría nada y las poquitas cosas que me venían a la mente ya están en el blog. Y entonces recurrí a la fuente que todo lo sabe, mi madre. Y ella me recordó esta tarta tan deliciosa que me encantaba de pequeña y tenía en el olvido.

Por si no me creeis cuando os digo que comía mal aquí tenéis una prueba. Mi cara de sufrimiento lo dice todo

Pero también tenía mis momentos divertidos, que lo sepáis, como ponerme una fregona en la cabeza. Eso sí, hay pruebas que atestiguan que mi madre fue la instigadora.

Así que con esta tarta de queso que me deleitaba cuando era chiquitina os invito a viajar al país de Nunca Jamás.

INGREDIENTES:

-          3 huevos

-          2 cucharadas de mantequilla

-          4 quesitos

-          6 cucharadas colmadas de azúcar

-          1 taza pan rallado

-          2 vasos leche

-          Ralladura 1 limón

PREPARACIÓN:

1.       Ponemos en un cuenco los huevos con la mantequilla y el azúcar y se mezcla bien con la batidora. Se añaden los quesitos y trituramos de nuevo.

2.       En un cazo se pone a calentar la leche con la raspadura del limón y cuando esté bien caliente se le añade el pan rallado. Mezclamos con la batidora y dejamos enfriar un poco.

3.       Vertemos la mezcla de leche junto con la primera y mezclamos todo muy bien hasta que quede una masa homogénea.

4.       Precalentamos el horno a 200º. Forramos un molde redondo con papel de aluminio y horneamos a 180º durante 40 minutos. Vigilad porque cada horno es un mundo.

5.       Sacamos y dejamos enfriar en la nevera antes de desmoldar para evitar que se pegue el papel aluminio.